Los matrimonios con hijos también tienen derecho a salir
solos y divertirse. La mayoría de ellos, como buenos padres, dejan a una niñera
a cargo de sus niños pero realmente ¿están a salvo?
Corrían los años 90. En una localidad de estados unidos una
pareja se preparaba para salir a cenar con unos amigos, pasar un buen rato
lejos de las preocupaciones de ser padres y del trabajo.
Antes de marcharse dejaron a una niñera a cargo de sus
hijos, una adolescente de confianza la cual ya había cuidado varias veces a los
niños, y le tenían mucho aprecio.
La niñera los despidió amablemente, y se fue a acostar a los
pequeños. Cuando se quedaron dormidos ella bajo a mirar televisión, mientras
esperaba el regreso de la pareja.
Luego de un rato miro que había una estatua de una gárgola,
de gran estatura, al lado de la habitación de los dueños de la casa, la cual le
causaba un poco de miedo pues parecía como si la estuviera observando.
Decidió llamar a sus patrones y les pregunto si podía tapar
con algo aquella escalofriante estatua, pues la hacía sentir incomoda el hombre
después de unos segundos de silencio respondió: saca inmediatamente a los niños
de la casa nosotros estamos en camino ¡NO TENEMOS UNA ESTATUA
DE UNA GARGOLA EN CASA Y MENOS EN ESE LUGAR! Luego llamo a la policía.
Cuando llego encontró una escena digna de una
película de horror, la niñera y los niños se hallaban desmembrados. Los
oficiales no encontraron ninguna estatua extraña en el lugar, ni tampoco alguna
pista que ayudara a dar con el paradero del autor de aquel crimen atroz.
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