domingo, 18 de septiembre de 2016

La Gargola

Los matrimonios con hijos también tienen derecho a salir solos y divertirse. La mayoría de ellos, como buenos padres, dejan a una niñera a cargo de sus niños pero realmente ¿están a salvo?



Corrían los años 90. En una localidad de estados unidos una pareja se preparaba para salir a cenar con unos amigos, pasar un buen rato lejos de las preocupaciones de ser padres y del trabajo.

Antes de marcharse dejaron a una niñera a cargo de sus hijos, una adolescente de confianza la cual ya había cuidado varias veces a los niños, y le tenían mucho aprecio.

La niñera los despidió amablemente, y se fue a acostar a los pequeños. Cuando se quedaron dormidos ella bajo a mirar televisión, mientras esperaba el regreso de la pareja.

Luego de un rato miro que había una estatua de una gárgola, de gran estatura, al lado de la habitación de los dueños de la casa, la cual le causaba un poco de miedo pues parecía como si la estuviera observando.

Decidió llamar a sus patrones y les pregunto si podía tapar con algo aquella escalofriante estatua, pues la hacía sentir incomoda el hombre después de unos segundos de silencio respondió: saca inmediatamente a los niños de la casa  nosotros estamos en camino ¡NO TENEMOS UNA ESTATUA DE UNA GARGOLA EN CASA Y MENOS EN ESE LUGAR! Luego llamo a la policía.

Cuando llego encontró una escena digna de una película de horror, la niñera y los niños se hallaban desmembrados. Los oficiales no encontraron ninguna estatua extraña en el lugar, ni tampoco alguna pista que ayudara a dar con el paradero del autor de aquel crimen atroz. 


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